Es difícil imaginar que la cadena de clubes deportivos Sports World empezó con cero pesos, el diseño de un logotipo en un papel "sobre las rodillas" y sólo una buena dosis de experiencia de su fundador. Hoy, Héctor Troncoso es el presidente de una empresa formada por 14 sucursales.
¿La estrategia? Jugarse todo en la primera venta. Troncoso recuerda que, al no contar con los recursos necesarios para abrir, él y sus socios se dieron a la tarea de vender membresías para la primera sucursal, aún sin haberla construido. "Teníamos el terreno y sólo una maqueta", recuerda. "Pero las ganas y la fe que teníamos en el proyecto nos transformaron en los mejores vendedores".
El primer club, inaugurado en 1996 en Ciudad de México, abrió la puerta a nuevos socios y a cientos de clientes interesados en ejercitarse en "el primer club deportivo mexicano all inclusive". La estrategia fue aprovechar cada instalación y reunir, en un terreno un 90% más pequeño, la misma cantidad de usuarios que un club de grandes dimensiones.
"Encontré muchos obstáculos y tuve que aprender a sortearlos", comenta el empresario. "Me aventé, me caí, me levanté y lo logré".
A partir de su experiencia, Héctor Troncoso considera que la suerte es un factor que se multiplica con empeño y buena actitud. "No sé si un emprendedor nazca o se haga, pero sí creo que, para serlo, debes de tener mucho valor y decisión", dice.
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